Como en otros sentidos, el olfato del caballo también es muy superior al olfato de las personas.

Puede ocurrir que en el campo un caballo reaccione negativamente cuando va a cruzar un charco, y no reacciona así por miedo al agua (cosa que también puede ocurrir), sino por rechazo al mal olor del agua putrefacta. Tan es así este sentido, que antiguamente a veces se empleaba esta facultad de los caballos para comprobar si el agua o los alimentos eran venenosos.

En su relación entre sí, los caballos se exhalan mutuamente. Y es como si se hubieran presentado, porque a partir de ese momento ya puede decirse que esos dos caballos “se conocen”. El olfato y los olores ocupan un papel fundamental en la vida del caballo.

Una vez más, la capacidad de oler de los caballos es increíblemente superior a la del ser humano.

Un semental es capaz de oler a una yegua en celo a una distancia de 800 metros. La tarjeta de presentación de los caballos es su respiración ya que para relacionarse entre ellos, se exalen mutuamente, conociéndose a partir de ese momento.

En cuadras británicas, cuando llega una yegua nueva, es presentada a la líder; dependiendo de cómo sean sus exalaciones, se sabrá si cabe la posibilidad de que se peleen por el liderazgo o no.

Su vida está formada de tal manera que el olfato sea esencial. La orina y los escrementos son verdaderos estamentos para otros caballos, en el sentido de la sexualidad y territorialidad.

 

https://clubhipico.net/veterinaria/1075-olfato-del-caballo.html

https://www.euroresidentes.com/mascotas/caballos/olfato-caballos.htm

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