¿Te has puesto a pensar en el papel tan importante que juega el agua día a día en la vida de tu caballo? 

Muchos de nosotros nos preocupamos por aspectos relacionados con nuestros caballos, por ejemplo, que esté limpio cuando lo vamos a montar, en sus herrajes y su comida, pero muy pocos son quienes le dan importancia al elemento primordial para la vida: El Agua.

La razón es simple, el agua juega un papel fundamental tanto para la vida de los caballos como para la de cualquier ser vivo que a diario la utilizamos; además, este producto se desarrolló y fue aprobado por el mercado hace tantos años que no tenemos de qué preocuparnos, siempre y cuando esté disponible, después de todo, su precio no es cambiante como el del forraje y no existen mejoras revolucionarias en su fórmula ni la utilización de diferentes técnicas mercadológicas para su venta. Pero, ¿te has puesto a pensar que del 65 al 70% de tu caballo es agua? ¿Que el cuerpo humano está compuesto por 65% de agua y una manzana por un 85%?

¿Sabías que el agua protege y lubrica al cerebro y Sistema Nervioso Central de tu caballo, así como todos los movimientos de sus articulaciones? También, el agua juega un papel muy importante al ayudar a regular la temperatura corporal a través del sudor.

Básicamente, el cuerpo de tu caballo tiene 4 importantes depósitos de agua:

  • El espacio intravascular: Los vasos sanguíneos contienen aproximadamente el 5% del total de fluidos del cuerpo del caballo, un porcentaje que está sujeto a cambios constantes según el cuerpo lo requiera.
  • El espacio extracelular: Aproximadamente el 15% del agua que está en el cuerpo rodea los vasos sanguíneos y las células.
  • Espacio intracelular: Hasta un 50% del agua existente en un caballo se encuentra dentro de las células.
  • El intestino: El 30% restante se localiza en el intestino y el ciego. Cerca de la mitad del agua en el ciego está disponible para reponer cualquier pérdida que se tuviera en cualquier parte del cuerpo.

 

 

 

Solamente entendiendo la naturaleza del caballo, sus necesidades y hábitos podremos actuar correctamente en un punto de vital importancia como es el consumo y las necesidades de agua.

Los caballos dedican una muy pequeña parte de su tiempo diario a beber en comparación con el tiempo dedicado a la alimentación, y esto se debe a su naturaleza de presa, ya que los depredadores en la vida salvaje esperan para atacarlos en los lugares para beber como aguajes, por lo que los caballos deben beber de prisa lo estrictamente necesario. Este comportamiento del caballo salvaje se traslada al caballo domesticado de hoy en caballeriza, donde el caballo bebe sólo unos minutos al día en varias ocasiones. El caballo bebe sólo cuando él quiere y es normalmente después de ingerir su forraje.

 

La literatura revisada menciona que el consumo diario de agua es de al menos cinco litros por cada 100 kg de peso del caballo, entonces con un caballo de 500 kg el consumo diario sería de al menos 25 litros, estando entre los 25 y los 60 litros diarios, dependiendo de cada animal y la etapa de vida (edad, peso, lactancia, genética, etcétera) y de factores externos como el clima (temperatura y humedad), actividad física (trabajo y ejercicio realizado), así como de la alimentación que recibe (porcentaje de humedad del forraje, grano y concentrado que recibe en su dieta). Una yegua en lactación requiere de 15 a 30 litros adicionales diariamente de agua. En climas y épocas de mucho frío, los caballos consumen menos agua, lo que puede influir en la cantidad de ingesta de alimentos, no sólo por la temperatura ambiente, sino también por la temperatura misma del agua, ya que si se le proporciona agua templada el consumo será mayor y podrá también normalizar su ingesta de alimentos.

Hay ocasiones en que después de realizar ejercicio extenuante el caballo quiere beber con desesperación y la cantidad de agua que toma puede llevarle a una perturbación que se llama intoxicación hídrica, por lo que debemos permitirle beber muy poco en lapsos separados y esperar al menos dos horas o que recupere su temperatura y respiración normal para permitirle tomar agua con normalidad.

Para que el caballo esté sano debe haber un equilibrio entre el agua que consume y la pérdida que sufre, la cual se produce normalmente a través de la respiración, de la evaporación en la piel, en la materia fecal y principalmente en la orina, las yeguas lactantes también pierden líquidos con la secreción de leche. Ante la falta de líquido actúan mecanismos fisiológicos de compensación como orinar menos, menos defecaciones y disminución de líquidos en los tejidos. Las consecuencias de éste desequilibrio son pérdida de apetito, pérdida de peso corporal, insuficiencia circulatoria, debilidad muscular así como disminución de la actividad física y de la capacidad para el trabajo.

El abrevado cotidiano para el caballo

El agua es la única bebida que ingiere el caballo. Es tan importante como la comida, ya que disuelve parte de los alimentos, aporta a la sangre la cantidad que ésta necesita, ayuda las secreciones, calma la sed y tranquiliza y sosiega al animal.

No siempre hay que ir dando agua al caballo, pues se debe saber que después del ejercicio se tiene que esperar a que recupere su temperatura normal antes de permitirle beber la cantidad que quiera.

El agua no se dará nunca fría, porque puede sobrevenir a los caballos cansados que la ingieren cólicos y laminitis. Durante el ejercicio, sin embargo, se le debe permitir tomar agua libremente. Después del ejercicio prolongado se ha de dejar al animal pastando o comiendo heno; antes de ofrecerle agua, conviene que haya descansado un periodo de 30 a 90 minutos.

La temperatura ideal oscila entre los 10 y los 20 grados centígrados. Cuando el agua es de pozo o de nieve conviene dejarla al aire para que se oxigene y así evita grandes trastornos. El caballo bebe entre dos y cuatro veces al día, y absorbe entre los 20 y 30 litros, fuera de los períodos muy calurosos cuando el consumo puede alcanzar los 60 litros, según el tamaño del animal, la intensidad del trabajo y el calor del ambiente. Ha de darse siempre antes de las comidas o pasadas dos horas desde que el animal ha terminado de comer la ración de alimento, sobre todo para el caso de la absorción de grano, con el fin de evitar los cólicos que podrían provocar al hincharse en el tubo digestivo. En cambio, se facilita el tránsito de los forrajes haciendo beber al caballo después de su consumo.

Funcionamiento del Agua en el Cuerpo

El agua en el cuerpo del caballo y de cualquier ser vivo debe mantenerse en balance entre el volumen de agua y el de sales y minerales, para que la vida funcione el agua debe moverse y transportar nutrientes al interior del cuerpo y sacar los residuos, propiciar las funciones del cuerpo y para ello debe atravesar membranas de los órganos, mezclarse con otras substancias y eso no lo puede hacer sola, requiere de sales y minerales para cumplir la función.

 

La deshidratación es un desbalance entre el contenido de agua y las sales en el cuerpo, cuando un caballo hace ejercicio o incluso al orinar elimina sales del cuerpo y requiere consumir sales al igual que agua para mantener ese balance.

Otros factores que alteran el consumo de agua en los caballos:

Un caballo con diarrea se puede deshidratar rápido aun cuando tome la cantidad normal de agua.

 

Caballos con problemas de glucosa/insulina van a consumir más agua y orinaran más que un caballo normal.

 

La dieta también puede afectar el consumo de agua: altos contenidos de fibra, sal, potasio y proteína pueden incrementar el consumo de agua.

 

Los caballos al consumir pastos verdes o con alto contenido de humedad reducirán su consumo de agua, en pocas palabras, mientras más alimentos secos y sales se le proporcionen al caballo más agua consumirá.

La importancia del agua

El consumo del agua desde el punto de vista del caballo

El abrevado cotidiano para el caballo

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