El caballo puede albergar permanentemente parásitos. El caballo puede parasitarse al ingerir alimentos contaminados con estiércol.
En el medio ambiente del caballo (hierba, agua, pasturas, etc.) numerosos parásitos sobreviven en estado microscópico. Los huevos o las larvas de los parásitos ingeridos en las comidas evolucionan hacia el estado adulto en el intestino del caballo y se reproducen. El caballo expulsa millones de huevos con las heces que van a su vez a contaminar los pasturas. La desparasitación periódica del caballo permite romper el ciclo parasitario y limitar así los riesgos de contaminación.

El parasitismo, si no es controlado, puede acarrear graves consecuencias sobre la salud de su caballo. Todas las categorías de caballos, ponys y burros están afectados, de cualquier edad, raza y condición de vida.

Consecuencias ligadas a la presencia de parásitos :

  • Decaimiento del estado general, pérdida de brillo en el pelo
  • Disminución del apetito
  • Cólicos
  • Diarrea o alternancia de diarrea y estreñimiento
  • Problemas y retraso del crecimiento en potrillos y potrancas
  • Peligros de aborto en la yegua gestante por cólicos

Enfermedades que pueden ser asociadas al parasitismo: rengueras, hemorragias, orquitis, dermatitis, neumonías llamadas también catarros de verano.

Descripción de las principales enfermedades parasitarias.

Parasitosis interna en caballos

Existen cientos de parásitos que pueden atacar a los equinos diariamente. Sin embargo, el padecimiento de una parasitosis interna en caballos pueden causar problemas graves y en algunas ocasiones hasta pueden desembocar en una muerte súbita. Los síntomas principales que podemos observar de una parasitosis interna en caballos son: debilidad general, mala apariencia (barriga), pelo duro, crecimiento lento, calambres y algunas veces diarrea.

 La prevención es crucial, ya que el animal se encuentra fácilmente en contacto con los parásitos, larvas, de hecho, a menudo están presentes en el pasto de los potreros y en el heno. La desparasitación debe llevarse a cabo tres o cuatro veces al año (la frecuencia varía en función de la severidad de infestación y la actividad del sujeto y por lo tanto los desplazamientos relativos). Se empieza a tratar a los animales de cuatro semanas de edad, y un detalle significativo es que todo el equipo debe ser sometido al tratamiento, con el fin de evitar la contaminación ambiental como así también la parasitosis interna en caballos en el resto del grupo no tratado.

http://www.merial.cl/Equine/Pages/disease_info.aspx

Parasitosis interna en caballos

Facebooktwitter